Courtney Love puede ser una puta, una aprovechada, una trepa y una gran zorra hija de la gran puta, pero lo que no se puede negar por nada del mundo es que nadie, y lo digo bien alto, nadie es tan grande como ella en lo que hace.
Ya está bien de ir pregonando por todas las esquinas las frases repetidas y sin sentido de siempre: «ella lo mató», «es una plagiadora sin calidad y talento». En primer lugar, a todos los que se les llena la boca soltando frases lapidarias contra su persona les solicitaría a que escuchasen, al menos una vez, la propuesta musical que la viuda negra tiene tras sus espaldas.
Courtney Love no es grande, es gigante. En «Live Through this», album que fue coronado como el mejor disco del 94 por la revista Rolling Stones, la Love pasa del susurro al desgarro en segundos, ella no chilla, ella gruñe, ella escupe todo el odio, ira y sufrimiento que lleva dentro. Y luego puede tomarse la licencia de aparecer con un producto «pop-punk» y quedarse tan pancha, porque «Celebrity Skin» tiene joyas pop como Malibú y Awfull y hits para la radiofórmula tan potentes como Celebrity Skin.
Courtney Love, que en realidad se llama Love porque pasó su infancia en una comuna hippie (algo irónico visto el odio que le procesa todo el mundo con el que ha estado ligada por uno u otro motivo) es tan grande que es el punto de referencia para otras chicas rockeras (el que esté disconforme con esta sentencia que oiga un poquito a The Distillers y me diga qué cojones hace Brody Dalle si no es imitar a Courtney). Y Courtney es tan grande porque puede perderse un día sí y otro también en una sala de operaciones y deformarse la cara y el cuerpo a base de bisturí y seguir cantando, como si no hubiese pasado nada, el gran Miss World (riéndose de las misses operadas) subiéndose la camiseta y enseñando sus operadas tetas mientras escupe al público, el mismo que le dice asesina y la insulta pero escucha sus discos, porque ella es Courtney Love y se ha creado su propio personaje: La Asesina que aunque lo intentemos negar es un hito en la historia del punk y el grunge.
Courtney con los componentes de su banda Hole.
Y luego si le da la gana de sacar un cd en solitario puede hacerlo sin asustarse ante nada y ante nadie. Y, entonces, disfrutamos viéndola disfrazada de novia y haciendo lo que mejor se le da: quebrarse la garganta a golpe de guitarreras canciones y una imagen de chica mala que tanto sabe exportar.
Y, por último, si no termina de convencerte, ni con Hole ni ella solita, te pones «El escándalo de Larry Flynt» y disfrutas viéndola interpretar a una puta y yonki (más o menos interpretándose a sí misma) y disfrutas viendo cómo se apaga y muere. Y, entonces, ya dejas de cuestionarte por qué apareció por la alfombra roja reconvertida en señorita adicta a la moda y aceptas que en todo lo que ha hecho ha sido grande y que nadie como ella tiene tanto carisma. Y te jodes.
Hole – «Miss World»
Hole – «Celebrity Skin»
Polar y Otro 